Uno de los problemas más recurrente durante la lactancia materna, sobre todo en las primeras semanas, es la obstrucción mamaria.
Las madres lo reconocen por la aparición de «bultos» o «pelotas» en alguna zona de la mama asociado a dolor, esta situación es muy común y se produce por que los conductos que llevan la leche al pezón se obstruyen o «tapan» por un vaciamiento inadecuado de la mama y si no existe un buen manejo puede derivar en una mastitis.
Qué hacer?
- Lo primero es evaluar la técnica de succión del niño para evaluar la efectividad de la mamada.
- Aumentar la frecuencia de las mamadas, ofrecer el pecho aunque el niño no manifieste necesidad de mamar, así reducirá el almacenaje de la leche en la mama y la facilitará su vaciamiento.
- Antes de la toma realizar un masaje suave de la zona afectada, moviendo el pulgar por encima del bulto, en dirección hacia el pezón, para garantizar un drenaje completo.
- Si hay mucho dolor en la mama, ofrecer primero el lado sano, para reducir la ansiedad frente a la mamada.
- Colocar al niño de forma que su lengua facilite el drenaje del conducto (la zona del pecho donde está la obstrucción queda donde está la barbilla).
- Si el niño no vacía bien el pecho utilizar un sacaleches para terminar de extraer la leche de esa mama.
- Aplicar frío local tras la toma (hojas de repollo que además de entregar frescura a la mama es un analgésico natural, compresas frías, etc.).
- Dejar la mamas libres, no usar sostén, usar ropa holgada.
Se debe facilitar el vaciamiento de la mama, promover las mamadas más largas y constantes,jamás cortar la lactancia en la mama afectada, esto sólo provocaría que aumentara la congestión y llevar a una mastitis.
Simples medidas que pueden evitar una complicación.
Fuente: Equipo Acurruca, E.U Daniela Ibáñez